Mi madre no sabe si es feminista, pero me ha educado para que yo sea libre e igual a los hombres.
Tampoco valora su trabajo tanto como para pensar que hace unos años nuestra casa hubiera sido un desastre si lo deja dos horas (si son cuatro, o el día entero, la liamos parda los 7 hermanos, como dice mi hija).
Mi madre, con los años, ha ido creciendo en reivindicaciones para nosotras, incluso para ella misma, después de ver nuestra fuerza por luchar en un mundo masculino y voraz. Y cada día de mi vida recuerdo esa tarde en la que, mientras yo estudiaba, me dijo casi angustiada: mi amor, no permitas que nadie elija por ti. Estudia y sé lo que tú quieras sin que ningún hombre lo sea más simplemente por ser eso, hombre. Ni tus hermanos. Haz lo que quieras, pero que te valoren igual.
De mi abuela os hablo otro día :).
Este 8 de marzo no es igual que otros anteriores, porque hasta hoy, grandes mujeres han arriesgado sus trabajos, sus vidas y sus familias para que nosotras avancemos en igualdad. Y lo han hecho gracias a la unión entre ellas. No dejemos esta lucha (que no guerra), hermanas. La sororidad es nuestro lenguaje y no solo hoy, sino todos los días del año.
Eso sí, con respeto hacia quienes decidan otra cosa. Con respeto y amor. Esa es la libertad.
A mí me gusta
ser mujer.
Me gusta parir
hijos
sin dolor y
amamantarlos
de sueños y
de ternura.
A mí me gusta
mi cuerpo
de guitarra
(a veces desafinada)
y mis ojos de
hembra fuerte
capaz de hacer
cinco cosas
a la vez
(aunque a ratitos
maldiga que
se me clavan
los días y
que necesito
más amor).
A mí
me apasiona
llorar como las
chicas y me
enloquecen las
confidencias de
mis amigas
(mujeres llenas
de mujeres que
se devoran
el mundo).
Y a esta mujer
le excita
que su hombre
se trabaje
su cerebro y
su sexo,
bailando,
ambos,
en igualdad
de placer.
Yo soy una mujer
y no quiero ser
como los hombres,
pero quiero
(lucho, grito, pugno, exijo)
que me valoren
igual que
a ellos.
*****
Experta en visibilidad femenina y Redes Sociales. Escritora de 19 libros, conferenciante, empresaria y poeta. Profesora de Postgrados en La Universidad de Cantabria. Marca personal creativa y humanista. Coach ejecutiva y de equipos certificada.
Presentadora y dinamizadora de eventos.
“A mayor tecnología, más necesidad tenemos de humanizarla”
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies
ACEPTAR
2 Comments
Comparto tus pensamientos, yo soy la mayor de 5 herman@s, 4 de ellos chicos, y recuerdo la lucha diaria y domestica porque se me tratara igual.
Mi madre, como mujer me apoyaba, pero éramos 2 contra 5, aún así la resistencia era continúa,
Me rebelaba, no aceptaba que me trataran diferente, … Era un reflejo de lo que me iba a encontrar en el mundo … pero descubrí que había más mujeres como nosotras, que demostrábamos nuestra disconformidad y seguiríamos en esta lucha.
Me encanta tu poema, también estoy orgullosa de ser MUJER 👍🏼
Muchísimas gracias, por leerme y por hacer el poema tuyo, gran mujer ❤️