–¿Tú crees que las emociones,
la ternura,
las caricias,
o los besos,
curan…?
–Querida, –me contesta el zorro mirándome fijamente
(yo diría que me mira con compasión)–
¿Tú lo crees…?
Ya está vacilándome; dejando la pelota en mi patio
(menos mal que lo tengo lleno de flores y me encanta salir a él).
–Pues yo creo que sí –le contesto toíta chula–
y si le añadimos esencia de poesía, podemos hasta eliminar cicatrices.
Ahora se levanta y me acaricia el alma,
dejando inútil cualquier
extremidad de mi cuerpo.
–Al menos, –añado con la boca torcida–
eso es lo que ha dicho esta mañana una señora en los vestuarios de la piscina,
que sus nietos le han curado el cáncer.
Y lo ha dicho así, tan convencida, que yo me lo he creído…
Y por si acaso, querido zorro,
tú y yo
vamos a querer mucho,
muchísimo,
a todas las personas que
nos lo pidan.
************
Buenos días, queridos míos.
Feliz jueves que amanece lloviendo, para limpiar la tierra de todo eso feo que se queda pegado en el asfalto del día anterior (aprovechemos para eliminar también lo que se nos queda pegado en el corazón 🙂 y para pensar, por ejemplo, lo importante que son las emociones y el cariño cuando alguien cercano está enfermo o triste.
He despertado encantada porque hoy regresa una vikinga mayor de viaje que dice que ha echado mucho de menos la comida sana de su mami (esa soy yo, lalalalala).
Os abrazo hasta doler, feliz de amanecer con vosotros cada mañana…
Experta en visibilidad femenina y Redes Sociales. Escritora de 19 libros, conferenciante, empresaria y poeta. Profesora de Postgrados en La Universidad de Cantabria. Marca personal creativa y humanista. Coach ejecutiva y de equipos certificada.
Presentadora y dinamizadora de eventos.
“A mayor tecnología, más necesidad tenemos de humanizarla”
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2 Comments
Qué lindo este escrito. Me pregunto cómo respondería si de la nada le hablamos al zorro en otro idioma. Muchas gracias por compartir.
https://www.amazingtalker.es/blog/spain-es/chino/64293/
muchas gracias, Rosana, el zorro apareció en un momento de mi vida muy lindo porque le podía contar lo que yo sentía.
Me alegro muchísimo que te haya apartado un momento de ternura