Mi madre dice
que a mi hermana pequeña
(esa que huele a bollitos
de azúcar y miel)
se le incrustó una aguja en el tórax cuando era bebé…
La mujer que cosía con ella, siempre la tenía en brazos y mi hermana, que nunca lloraba, se dormía
entre sus pechos de
leche costurera.
Así que una aguja,
traicionera e invisible,
se le fue,
poco a poco,
incrustando en su piel de algodón.
Yo he probado a ver si esto es posible y me he pegado una en el nacimiento del pecho.
Y,
cada día,
he ido clavándomela
un poco…
Hoy, mientras escribo esto, la siento ya como parte indivisible de mis vértebras.
Hoy, mientras escribo esto,
decido que quiero coserme algunas cosas que tengo dentro y,
suavemente y en silencio,
pongo mi dedo
(corazón)
sobre la aguja,
simulando,
con el movimiento de coser,
lo que ella ha de hacer
dentro de mis intestinos.
Coserme, por ejemplo,
ese desprecio tuyo que me provocó una úlcera el año pasado.
Y bordarme,
(me encantan los bordados)
un corazón rosa
en el esternón
-que siempre
se me quiebra
con tus gritos-.
Y también,
si me da tiempo,
cogerle el bajo a mis pulmones,
que de tanto suspirarte
se me han quedao
dos tallas más
grandes.
Yo creo que ha sido una buena idea lo de la aguja,
aunque,
si pudiera,
—y mi corazón lo resistiera—
me cosería los ojos para no
verte
humillarme
nunca
más.
yolandacosturera
Experta en visibilidad femenina y Redes Sociales. Escritora de 19 libros, conferenciante, empresaria y poeta. Profesora de Postgrados en La Universidad de Cantabria. Marca personal creativa y humanista. Coach ejecutiva y de equipos certificada.
Presentadora y dinamizadora de eventos.
“A mayor tecnología, más necesidad tenemos de humanizarla”
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarle publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de sus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Para más información consulte la política de cookies
Puede aceptar todas las cookies pulsando el botón "Aceptar" o rechazar o configurar su uso pulsando el botón "Configurar".
Estas cookies son necesarias para que el sitio web funcione y no se pueden desactivar en nuestros sistemas. Por lo general, solo se establecen en respuesta a las acciones realizadas por usted que equivalen a una solicitud de servicios, como establecer sus preferencias de privacidad, iniciar sesión o completar formularios. Puede configurar su navegador para que bloquee o le avise sobre estas cookies, pero es posible que algunas partes del sitio no funcionen en ese momento.
Cookies utilizadas:
Estas cookies permiten mejorar la funcionalidad y la personalización, como videos, chats en vivo y su idioma preferido. Pueden ser establecidos por nosotros o por proveedores externos cuyos servicios hemos agregado a nuestras páginas. Si no permite estas cookies, es posible que algunas o todas estas funcionalidades no funcionen correctamente.
Estas cookies nos permiten contar las visitas y las fuentes de tráfico, para que podamos medir y mejorar el rendimiento de nuestro sitio. Nos ayudan a saber qué páginas son las más y las menos populares y a ver cómo se mueven los visitantes por el sitio. Toda la información que recopilan estas cookies es anónima. Si no permite estas cookies, no sabremos cuándo ha visitado nuestro sitio.
Estas cookies se establecen a través de nuestro sitio por nuestros socios publicitarios. Estas empresas pueden utilizarlos para crear un perfil de sus intereses y mostrarle anuncios relevantes en otros sitios. Si no permite estas cookies, no experimentará nuestra publicidad dirigida en diferentes sitios web.
Estas cookies son necesarias para mostrar contenido de redes sociales como facebook, twitter, pinterest, etc. De tal forma que puedas compartir nuestro contenido con tus redes sociales favoritas.
7 Comments
"logré arrancármela un día, ya no siento el corazón" (machado 🙂
un beso
Precioso y dolido poema. Sigue regalándonos los días con tus tacones de azúcar; por cierto, me está encantando el libro.
Os invito a adquirirlo, si aún no lo tenéis.
Un beso
Lola
Nunca había leído poemas como los tuyos, Yolanda. Hasta ahora no te había dejado comentarios en el blog pero es que me tienes fascinada.
Un besote
AMOR Y LIBERTAD: (vaya nombre precioso), que lindo lo que has escrito de machado… gracias
LOLA: je,je, me haces publicidad del libro, muchas gracias por disfrutarlo, esos tacones me está acercando a gente muy guay como tú.
SUSANA: yolandasinpalabras. Gracias…
preciosoyolanda…iba a decirte fascinada, pero compisusanasemeadelantójeje…
Sentimientos: agridulces, totalmente 🙂
Un beso
muy bueno yo parafrasearé a Lorca, que me gusta más yolanda:
"en la punta de una aguja
está mi amor ¡girando!"
García Lorca.
Buenísimo. Me ha gustado lo de coger el bajo a los pulmones.
Tengo que pasar mas por tu blog-casa, Yolanda. Aquí hay muy buena materia para aprender.