Carlos se levanta sin terminarse el cóctel. Demasiada música en ese local de moda. Demasiados recuerdos que llegan. Demasiado ella…
Al fondo de la escena, una chica de pelo largo y recogido, desliza sus manos sobre las teclas de un piano sin saber que a él le hace daño la belleza del momento. Un daño excesivo.
Es terrible no poder nunca escaparse de sus recuerdos. De su cuerpo.
Y escribe este poema, en la contra de la factura que después tirará a la basura.
Basura y poesía. Lo más consumido de su vida.
Ella toca
el piano,
igual que yo
rozaba tus lunares.
Cada dedo
en uno diferente;
melodía de círculos
obscenos.
Te tumbabas
sueños abajo
regalándome
la espalda
de tu vida.
Cuarenta y
cinco
lunares,
llegué a contar
un día.
Le pido
nuestra canción
favorita y
ella se remanga
la falda
para empezar.
Boccherini
se retuerce
entre mis piernas.
He vuelto a
llorar…
La música
me esconde
la agonía.
Y si cierro los ojos,
vuelven,
alegres,
tus lunares
(tu risa y
tú)
a mi vida.
*******
Buenos días, amigos. Feliz lunes. Feliz día del beso!!!
Preciosa canción suena, ¿verdad..?
Es un lunes de comienzo de año, de ilusiones nuevas y de saber que somos lo que comenzamos, no lo que esperamos.
Que os abrace la ilusión por este mes que comienza y, sobre todo, que os llegue mi abrazo.
Experta en visibilidad femenina y Redes Sociales. Escritora de 19 libros, conferenciante, empresaria y poeta. Profesora de Postgrados en La Universidad de Cantabria. Marca personal creativa y humanista. Coach ejecutiva y de equipos certificada.
Presentadora y dinamizadora de eventos.
“A mayor tecnología, más necesidad tenemos de humanizarla”
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