Yo tengo un hijo
fascinante
(ya sé que todas las
madres
decimos lo
mismo).
Un hijo
que utiliza
su corazón
–y el mío–
como lava
ardiente
para fundir
palabras
puñales.
Yo tengo un hijo
tierno y
dulce,
como panecillo
recién
horneado en
mi cocinavientre.
Un hijo
libre,
al que yo misma,
con mi lengua,
le limpio
las alas
cuando alguien
se las
ensucia.
Yo tengo un hijo
homosexual y
no quiero
“curarlo”;
porque él no está
enfermo.
Y ahora,
después de
estos versos,
sigo labrando
la tierra y
los libros
para que este país
continúe siendo
libre.
Por mi hijo;
Por el tuyo.
El obispo de Alcalá de Henares (Madrid), Juan Antonio Reig Pla, aseguró que la homosexualidad puede ser curada “con una terapia apropiada”.
(EL COMERCIO.PE)
Buenos días, amigos,
hoy no tengo más palabras que las que podemos oír en la radio y un “somos muchos los que defendemos la libertad de las personas; no dejemos ni un solo día de luchar por ello”.
Experta en visibilidad femenina y Redes Sociales. Escritora de 19 libros, conferenciante, empresaria y poeta. Profesora de Postgrados en La Universidad de Cantabria. Marca personal creativa y humanista. Coach ejecutiva y de equipos certificada.
Presentadora y dinamizadora de eventos.
“A mayor tecnología, más necesidad tenemos de humanizarla”
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies
ACEPTAR