De verdad,
de verdad,
de verdad,
que la vulgaridad casi nunca está en la ropa,
o en como te sientas,
sino en lo que dices y
en lo que callas.
Pero claro, eso lo siento yo,
quizás la chica de este poema,
no.
Experta en visibilidad femenina y Redes Sociales. Escritora de 19 libros, conferenciante, empresaria y poeta. Profesora de Postgrados en La Universidad de Cantabria. Marca personal creativa y humanista. Coach ejecutiva y de equipos certificada.
Presentadora y dinamizadora de eventos.
“A mayor tecnología, más necesidad tenemos de humanizarla”
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6 Comments
Y se levanta
a hablar,
con el sigilo
de animal
herido en el
camino.
Me encantó tu poema, la pasmosa habilidad que tienes para transmitir en pocas y bellas letras, situaciones, como ésta, "complicadas".
Saludos cordiales desde el norte de Málaga.
Janton, buenos martes con tus palabras…
muchas gracias y un abrazo que llegue hasta esa Málaga que me enloquece.
Si, me ha encantado. Pocas palabras y mucho de estilo.
Saludos.
Maximo, gracias!!!!
un abrazo enorme.
Cuánta vulgaridad suelta por ahí y tampoco creo que esté en la ropa precisamente!
Qué penita!
El poema me ha encantado, real como la vida misma, sencillo y diciendo mucho!
Besos!!
Muchas gracias, Teresa!!!
sí, la vulgaridad no es como vistas, es un estado, estoy de acuerdo.
besos!!!