Viajarte sin protección solar (ni emocional).

Me seducía dejarte en la cama, después de amarte y abierto al sueño mientras yo me levantaba sigilosa.

Y salir sola por las ciudades que aún no conocía, descubrir que las calles tenían nombres de héroes y de niñas descalzas.

Y después, sentada en la plaza del pueblo, esperarte leyendo con un té (los tés siempre se sientan a mi lado mientras vienes).

 

Y tú, adorable, aparecías,

y rastreándome,

aún con el olor de la sábana

en tu boca,

me decías al oído,

casi agonizante:

“te echo de menos

cada vez que te pierdes…

 

 

 

******

Me he levantado hoy con un montón de palabras enganchadas en la nuca y en los dedos.

Es de esos días en los que no pararía de escribir y viviría todas las vidas que soy capaz de crear 🙂 .

Feliz día, queridos míos, que esta mañana os abrace y os haga sentir especiales. Para mí lo sois todos.

1 Comment

  1. Alberto Javier Gozar Gutiérrez dice:

    Buenos días
    Dulce despertar

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