Me quedé
con tu boca
el primer
día,
cuando te besé
en el asiento delantero
de tu coche.
También me traje
tus ojosagua
que sólo me miraban
a mí
(qué ternura,
por favor).
Conseguí
un poco
de tu saliva,
justo en el momento
en el que te morías
entre mis piernas y,
recién
parida la tarde,
te arranqué
esos abrazos
salvajes y
adictivos
que me arrasaban.
En la maleta,
junto a un montón
de te amo,
también se vino
el miedo,
pero tengo
una muñeca
rubia
que lo espanta;
así
que no corro
peligro.
Sé que tú
te marchaste
con nada,
pero no me importa;
lo valioso,
para mí,
es que esta vez
no te quedaras
sólo
con la belleza
de Espronceda.
De mi libro de poesía “Alquiler de humedades en el centro de mi corazón y de Madrid” de Huerga y Fierro.
Hay despedidas tan bellas, que lo que realmente quieres es que la otra persona sea feliz y que lo que le has entregado, que lo lleve siempre en su corazón y le haga mejor persona.
La pena es que casi nunca sucede.
Feliz lunes de poesía, que la belleza y la verdad os abrace.
Seguro que os he puesto este temazo de Robe, pero es que hoy, que salgo de viaje de nuevo toda la semana, me encanta oírlo a estas horas cuando el mundo aún duerme. Me flipa ese: “Y se juega la vida, siempre en causas perdidas…”
Experta en visibilidad femenina y Redes Sociales. Escritora de 19 libros, conferenciante, empresaria y poeta. Profesora de Postgrados en La Universidad de Cantabria. Marca personal creativa y humanista. Coach ejecutiva y de equipos certificada.
Presentadora y dinamizadora de eventos.
“A mayor tecnología, más necesidad tenemos de humanizarla”
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