-Alimentar…
-Yo ya he desayunado -le digo a MI zorro (lo de MI lo digo en mayúscula porque me gusta que sea mío, que viva en mí).
-Alimentar… -me repite mirándome desde el suelo, como si yo fuera imbécil y no me enterara de nada (la mayoría de las veces pasa, que conste).
-Alimentar dudas…
-Ahora es él el que habla raro, -pienso mientras intento salir de su espacio visual para que no me enfile y me deje seguir trabajando. Que es muy molesto tener a un zorro mirándote fijamente mientras diseñas un curso o escribes un artículo.
Y, abofeteándome con una revelación, se instala delante de mí, tira de mi falda y me obliga a escuchar algo que me encanta:
-Me apasiona que alguien, después de una charla profunda, no me aclare dudas, sino que las alimente.
Creo que es la primera vez que reconoce que soy un ser superior a él 🙂
Voy a celebrarlo con un bocadillo de jamón.
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Buenos viernes, queridos!!!
Con lo poco que nos juntamos para hablar, que el 80% de nuestra comunicación diaria es escrita, vamos a valorar las conversaciones profundas; las personas que nos enseñan y nos hacen pensar.
Que tengáis una preciosa “hornada”.
Yo voy de cabeza a por ella.
Experta en visibilidad femenina y Redes Sociales. Escritora de 19 libros, conferenciante, empresaria y poeta. Profesora de Postgrados en La Universidad de Cantabria. Marca personal creativa y humanista. Coach ejecutiva y de equipos certificada.
Presentadora y dinamizadora de eventos.
“A mayor tecnología, más necesidad tenemos de humanizarla”
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2 Comments
Genial
Muchas gracias, Juani!!! por disfrutarlo.