Estoy harta de
tus mensajes
sin palabras.
De tus abrazos
lejanos y
de tus besos
tan cerca
de mi boca
—que drenan mi saliva
sin compasión—.
Estoy cansada de
que maltrates
mi deseo,
como si fuera
una perra
abandonada
—sin dueño,
sin rumbo,
sin pelo—.
Pero lo que más
me lacera
(me arde, me jode, me
asfixia, me aplasta)
es que vengas
a llorar a mi
pecho porque
ella te ha
dejado.
Lloras como
un niño castigado
en la hora del
recreo.
Además,
a mí también
me echaron del
patio del
colegio.
yolandaconrabieta
Experta en visibilidad femenina y Redes Sociales. Escritora de 19 libros, conferenciante, empresaria y poeta. Profesora de Postgrados en La Universidad de Cantabria. Marca personal creativa y humanista. Coach ejecutiva y de equipos certificada.
Presentadora y dinamizadora de eventos.
“A mayor tecnología, más necesidad tenemos de humanizarla”
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies
ACEPTAR
1 Comment
es que ser el paño de lágrimas y más habiendo amor de por medio, en casos como estos, jode y mucho yolan, me gustó como siempre ya sabes.