A Voltios, que me hace recordar
mis juegos de niña.
De pequeña, cuando jugaba a indios y vaqueros con mis hermanos (esos hombresniños con vello en la voz),
siempre,
siempre,
siempre,
me ponían de cajera del banco al que atracaban…
Y yo me enfadaba.
Lloraba incluso.
Os cuento la escena:
Yolanda con los brazos en jarra y los mocos luchando por quedarse dentro, diciendo que ni muerta es la cajera, que se pongan ellos, que a mí me van más los arcos y las flechas.
Y ellos (los tres) riéndose a carcajadas, fumándose mis gritos y mis
lágrimas, implacables en su victoria (o machistas, que suena más claro):
¿Acaso has visto en alguna película
me decían mientras rozaban con sus dedos las pistolas,
que las mujeres
atraquen los bancos?
Así que hoy,
cuando el juez ha dictado sentencia y yo me he levantado,
he lanzado, implacable, mi dedo índice mientras acusaba a mis hermanos que lloraban (por fin) en la sala, horrorizados por mi comportamiento.
Los he señalado y me he dirigido
(sonriendo)
al juez:
Alego,
he susurrado mientras chupaba,
una a una,
las palabras,
que haber robado
del banco un millón de euros
no tiene nada que ver con
ser una golfa,
ni una vulgar
ladrona,
sino que se debe,
señoría,
a un trauma
de la infancia.
yolandaqueporfinroba
Experta en visibilidad femenina y Redes Sociales. Escritora de 19 libros, conferenciante, empresaria y poeta. Profesora de Postgrados en La Universidad de Cantabria. Marca personal creativa y humanista. Coach ejecutiva y de equipos certificada.
Presentadora y dinamizadora de eventos.
“A mayor tecnología, más necesidad tenemos de humanizarla”
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4 Comments
joer yolanda gracias, muchas gracias chica, que honor,me alegra un montón, madre mía, me has dejado sin palabras, mil gracias, un besazo grande y pásalo bien, con tu permiso, esta semana cuelgo el poema en mi blog.
VOLTIOS..gracias, ya he visto que la has colgado en tu blog. Me alegra que te guste. El honor es mío…
Yo también jugaba a indios y vaqueros, y me costaba imponerme frente a los ocho hijos varones de mi vecina, pero a veces conseguía que me dejaran luchar con ellos. Me recordaste mi infancia.
Aprovecho para desearte un Feliz Año Nuevo, y darte las gracias por tu felicitación de Navidad, a mis niños y a mí, nos gustó mucho.
Un abrazo
FELISA: gracias miniña, me alegro de ver que eras chicazo como yo…