Poema de lunes: 25 de noviembre. Poema que salva a una mujer de la violencia de género
Que puedas salir no significa que sepas hacerlo.
Ojalá muchas mujeres que sí.
Levantó las cejas
y apartó la sartén del fuego.
Después,
agotada,
se limpió las manos
con el trapo azul de Portugal.
Antes de abrir la puerta se persignó
-dejando en su frente un rastro de grasa-.
Cariño,
dijo con una voz quebrada,
casi vacía,
ven a la cocina
que quiero hablar contigo…
Cariño rugió mientras le gritaba
que su cerveza no estaba fría
y que si entraba en la cocina,
después olería a pescado.
Le voceó a su hijo que no cambiara la televisión;
y se levantó,
cargando de ciática la grasa de su culo.
Al llegar a la cocina
vio el reflejo de un demonio que sonreía
y una mancha de ilusión
en las pestañas de su mujer.
Después de decirle
que lo dejaba por otro
y antes de reventarle
la cara,
cariño lloró…
(Poema inédito que viaja conmigo desde hace algunos años).
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He tardado bastante en encontrar este poema que quería publicar hoy. Recuerdo perfectamente cuando lo escribí y podría decir que está basado en una historia real, pero no, está basado en cientos de miles de historias reales.
Como soy la escritora, el final es casi feliz, como diría algún bruto: “guantá arriba o abajo”.
Muchas mujeres no salen de su cárcel porque no saben, porque su corazón está tan apaleado que piensan que nadie las va a querer o que son un estorbo para el mundo, Independientemente, por supuesto, de que ya se han ocupado, quienes las maltratan de que sus recursos económicos sean nulos.
Siempre hago el mismo llamamiento, ya sea el 25 de noviembre o el 3 de julio: si estamos alerta a las mujeres que nos rodean, podremos ayudarlas. Cada vez tenemos más medios para ayudarlas, que hacerlo es construir una sociedad sana y justa.
Y mientras amanece, escucho este precioso tema de Valeria Castro ” Y se ha enterado, después de mil batallas que la vida pasa a un lado” (esta frase nos valdría a muchas de nosotras).
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Experta en visibilidad femenina y Redes Sociales. Escritora de 19 libros, conferenciante, empresaria y poeta. Profesora de Postgrados en La Universidad de Cantabria. Marca personal creativa y humanista. Coach ejecutiva y de equipos certificada.
Presentadora y dinamizadora de eventos.
“A mayor tecnología, más necesidad tenemos de humanizarla”
