Compré esa pitillera
tan antigua
y tan hermosa
para ti
en un mercadillo
de Londres.
Te hubiera
comprado
todas las verdades
del mundo.
Imaginé que era
de un señor elegante
y que tú la entenderías
(esa manía que tenemos
de empeñarnos
en sueños baratos).
Te amé enfermiza,
celosa y demente.
Nadie debería
amar así
porque luego,
lo que has callado
pesa y
se vulcaniza;
te revienta la lava
y te incendia el pelo
(del corazón
no hablaremos
en este poema).
Pequé mortalmente
de querer
que tu amor
fuera como el mío.
En resumen,
que murieras
por mí.
Ahora,
que por fin
me siento
virgen
y viva;
con palabras
nuevas,
es el momento
de abandonarte.
******
Buenos días, queridos, feliz lunes, ¡¡feliz día del beso!!!
Un poema para pensar mientras, caminito de Madrid, os abrazo minutos antes de coger el tren (y la vida, que el tren siempre es vida).
Espero que tengáis una mañana excelente.
Yo estaré hoy feliz, en una compañía de lujo y con muchísimo cariño en el asfalto.
Experta en visibilidad femenina y Redes Sociales. Escritora de 19 libros, conferenciante, empresaria y poeta. Profesora de Postgrados en La Universidad de Cantabria. Marca personal creativa y humanista. Coach ejecutiva y de equipos certificada.
Presentadora y dinamizadora de eventos.
“A mayor tecnología, más necesidad tenemos de humanizarla”
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