Te amé
con la boca
descalza y
el pecho
erizado;
con los ojos
férvidos y
con más dedos
de los que tengo.
Te avisé,
también,
que yo no amo
como las damas,
sino como
las panteras
(animal solitario
que sólo se une
a la manada
en la época de celo).
Pero tú,
cordero
desquiciado,
te ofreciste
a mi sacrificio
y te dejaste
despedazar.
Y ahora tengo
tu piel
entre mis dedos y
tus ojos
clamando
que no te abandone;
que pueble
esta casa nueva
que has construido
para mí
(y esta cama,
y estas tardes en tu espalda,
y las conversaciones
infinitas
entre tus piernas
y mi lengua,
o al revés ).
Y
lo peor,
lo peor y
lo peor,
es me estoy
volviendo
humana y
temo preferir
tu pecho a
mi árbol.
**********
Buenos días, queridos.
Vámonos con una ración doble de pasión…
de vuelta con la poesía helada entre tanto calor como siento aquí, cada mañana, con vosotros, con vuestro cariño.
Que tengáis un precioso martes, en este lugar del bosque donde los árboles sonríen a vuestro paso.
Feliz “hornada”
Experta en visibilidad femenina y Redes Sociales. Escritora de 19 libros, conferenciante, empresaria y poeta. Profesora de Postgrados en La Universidad de Cantabria. Marca personal creativa y humanista. Coach ejecutiva y de equipos certificada.
Presentadora y dinamizadora de eventos.
“A mayor tecnología, más necesidad tenemos de humanizarla”
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies
ACEPTAR