Este poema
es típico por
las olas que
muerden la
tarde y
por tu pelo
que riza
la espuma.
Por el sol
que se cae
de viejo
mientras se
esconde
entre tus
vértebras y
por tus piernas
en la arena.
Ambas revueltas y
tú manchada
(cómo me gustas
cuando te sientas
en la orilla y
el barro te
navega los
muslos).
Este poema
es típico
porque describe
el atardecer
maravilloso
de un enamorado.
Entonces:
¿Qué es lo que
lo aparta de
lo común y a mí
de tu lado?…
Que mientras te
hago una
foto y te
deseo,
tú no dejas de
mirar al
mulato de
gimnasio que
se pasea
glorioso
por
la
orilla.
yolandajeje
Experta en visibilidad femenina y Redes Sociales. Escritora de 19 libros, conferenciante, empresaria y poeta. Profesora de Postgrados en La Universidad de Cantabria. Marca personal creativa y humanista. Coach ejecutiva y de equipos certificada.
Presentadora y dinamizadora de eventos.
“A mayor tecnología, más necesidad tenemos de humanizarla”
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4 Comments
Eres buena, buena…Qué forma de jugar con la palabra.
Mira que los mulatos de gimnasio tienen fuerza, eh?…jajaja que son capaces de desbancar al poema mítico que navega entre enamorados mientras los muslos se mojan de agua y deseo.
Besos tobarreños.
No sé que tendrán los mulatos, bueno, sí.
Buen poema.
el amor es el mar que se ha hecho mar por ti, poeta buena, amada, amiga
LARA: je,je, tú siempre tan ideal.. gracias, mi niña, me encanta que te rías con mis poemas.
JOSE ANTONIO: bueno, a mí no me gustan mucho los mulatos…jajajaj
SANTI: en fin, el amor y el mar y tú. Gracias, buen poeta y amigo.