Para Teresa, mi imprescindible,
porque me enseñó la palabra pez.
Una isla
desierta.
Y yo,
(desierta también)
en el centro.
Estoy desnuda y
rodeada de
tesoros.
Pero no
puedo llevármelos.
—No están
tus brazos para
transportarme—.
Así que
comienzo a ponerme
todas esas joyas.
(Que tontería,
pensarás
al verme).
Los brillantes
en los pechos,
—para que al moverlos
te deslumbren—
y los rubíes en
el pelo
—rizos de fuego
que te abrasen—.
Los collares de
perlas en la
cintura,
con una larga
cadena hasta el
tobillo que me
atrape las venas.
Y,
enjoyada,
me siento a
esperarte.
Aún sabiendo
(doloroso pez
que acabo de enviar
al agua)
que nunca
vendrás a
vestirme.
yolandamar
Experta en visibilidad femenina y Redes Sociales. Escritora de 19 libros, conferenciante, empresaria y poeta. Profesora de Postgrados en La Universidad de Cantabria. Marca personal creativa y humanista. Coach ejecutiva y de equipos certificada.
Presentadora y dinamizadora de eventos.
“A mayor tecnología, más necesidad tenemos de humanizarla”
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1 Comment
puffff, yolanda que bueno, es más esa espera amarga, enjoyada y sin resultado. un abrazo.