¡Vamos a hacer una lista con las cosas que hacemos para agradar a los demás!
Esto es muy valioso; no somos conscientes de la cantidad de situaciones en las que no somos nosotros o no hacemos lo que nos nace por agradar a otra persona. Y no me refiero a ser educados o generosos ni a cuidar de nuestros hijos o mayores; ni tampoco al esfuerzo de construir algo, no, a lo que me refiero es a realizar, por ejemplo, algo que a tu pareja, o a tu amiga, le encanta y que va en contra de tu propia diversión.
Lo que sucede es que hacerlo muchas veces nos supone un esfuerzo emocional y es entonces cuando esperamos algo a cambio.
Si esto no se da, caemos en la frustración y echamos en cara a la otra persona que, encima de todo lo que hacemos por él, o por ella (porque esta persona puede ser una compañera de trabajo o tu madre), no nos corresponda.
Con esta lista te darás cuenta de que realmente no merece la pena hacer la mitad de las cosas que vamos a escribir, porque al final sólo queremos complacer para que nos sigan amando y, eso no es amor verdadero pues esa persona está amando a otra que no eres tú realmente.
Si tú te muestras como eres, comunicando siempre de forma generosa y sincera, haciendo ver que tu marca personal es la misma que la profesional y en cada momento tú, te respetarán y amarán igual, pero debes enseñarles. Y si no es así, es que no son personas que te merezcan.
No merecen.
******
Buenos días, queridos.
Deberesdemiércoles 🙂
Mientras viajo, iré haciendo la lista, que tengo bastantes horas de coche esta mañana rumbo a la bellísima Alicante, donde me espera una de mis rubias favoritas: Cristina Birlanga. Y, por la noche, tenemos cena especial en casa de una gran mujer profesional a la que adoro: Hortensia Reus.
Mañana os lo cuento, con fotos y todo 🙂
Os llevo en la maleta, ya sabéis…
yolandamuyfeliz
Experta en visibilidad femenina y Redes Sociales. Escritora de 19 libros, conferenciante, empresaria y poeta. Profesora de Postgrados en La Universidad de Cantabria. Marca personal creativa y humanista. Coach ejecutiva y de equipos certificada.
Presentadora y dinamizadora de eventos.
“A mayor tecnología, más necesidad tenemos de humanizarla”
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies
ACEPTAR
2 Comments
¡Hola, Yolanda! Llevas razón en eso que dices. Además, el problema es que cuando hacemos esas cosas para agradar a los demás, y no ya por esperar algo a cambio, sino por el mero hecho de mostrarle nuestra empatía, casi sin darnos cuenta, lo vamos convirtiendo en una rutina y cuando después de muchos “sí”, decimos un “no”, la otra persona se enfada con nosotros y pienso que con razón, porque hemos sido nosotros los falsos, los que no hemos sido sinceros desde el principio, por ser hipócritas, y por un mal entendido concepto del amor. Si algo no te divierte y a la otra persona sí debemos, al menos, hablarlo con ella y siempre se podrá encontrar una opción intermedia que agrade a los dos; aunque, hacer algo que sólo divierte a la otra persona, de vez en cuando, sin esperar nada a cambio y sólo por complacerla, tampoco está tan mal, ¿no crees?
Aprovecho para decirte que te sigo desde hace poco tiempo, pero que siempre es un placer leerte y otro, casi mayor, escucharte… Un abrazo.
Hola, Pascual,
qué bien tu comentario… aportando valor y haciendo grande mi post.
Muchas, muchas gracias, por mandarlo y por seguirme. Espero seguir estando a la altura cada día 🙂
Un abrazo enorme.