4 preguntas para que cambies la envidia por admiración

4 preguntas para cambiar la envidia por admiración

No me he vuelto santa, no, os lo aseguro :).

Además, aviso, este ejercicio es muy difícil. Lo he practicado más veces de las que quisiera y ahora, que lo he perfeccionado mucho (o que he crecido por dentro y por fuera, jeje), lo comparto.

La envidia se basa en admirar tanto a otra persona que querrías ser, tener o hacer lo que ella (esta es la versión light) o en que aunque no quieras para ti lo que ella tiene o siente, te sienta fatal que ella lo haya conseguido (esta es la peor versión).

A mayor envidia, más baja autoestima, pero nadie está libre de sentirse pequeño o pequeña delante de otra persona a la que considera perfecta, con lo que si la envidia está controlada y trabajada, pasaría a ser admiración y alegría por lo que la otra persona posee o siente (¿te suena…?).

Los hombres suelen envidiar a otros hombres por su posición y por el éxito alcanzado (que casi siempre tiene que ver con los logros materiales que hayan conseguido).

4 preguntas para cambiar la envidia por admiración

Y, por norma, las mujeres envidiamos a otra mujer que sea feliz. No nos importa tanto que sea sea ama de casa, escritora, hippie que haya dejado todo y se haya retirado al monte, madre y empresaria, o directora de una gran empresa.

 

Codiciamos lo que siente, más que lo que tiene…

Y todo esto está muy relacionado con la serenidad y la elegancia. A mayor serenidad, plenitud y elegancia, más la admiramos.

Pero, como digo en un poema del libro que escribí con Juan Carlos Cubeiro de coaching y poesía: “El Per-verso libro de las carencias del alma”

Una vida no se envidia;

una vida se construye.

 

Cuando envidiamos a otra persona que nos impresiona, caemos en el riesgo de quedarnos atrapados en las apariencias, bloqueando nuestra capacidad de relacionarnos con ella de forma natural. Esto sucede, porque suple una carencia que tenemos o nos hace dudar sobre una decisión que hemos tomado. Es decir, si yo he pedido jornada reducida en mi trabajo para atender a mis hijos, porque así lo he decidido o porque lo ha decidido la sociedad (esto daría para otro post, pero no voy a incluirlo en este), y te conozco a ti, que sigues trabajando y no te sientes culpable y, encima, eres ideal porque estás feliz y te va genial en el trabajo y, para remate, tu familia te adora, comienzo a dudar de mí misma y de que lo haya hecho bien o me siento menos valiosa que tú para los demás. Al final, siento que me gustaría imitar ese comportamiento, aunque en el fondo no es lo que yo desee.

Pero lo peor no es la envidia que sentimos, sino que ésta nos hace olvidar todo lo positivo que tenemos. Dejamos de valorarnos para extraer de nosotras y de nosotros lo que consideramos nuestras carencias.

Si una persona te anula, queriendo o sin querer, evítala hasta que trabajes este punto y luego, poco a poco, vuelve a relacionarte con ella (ojo, damas, a las íntimas amigas que están en este mundo para mostrarnos nuestras debilidades y recordárnoslas cada dos por tres o decirnos, en nombre de la amistad, lo que tenemos que hacer).

Ya sé que me dirás que en algunos casos es imposible aislarte de ella, pero te aseguro que puedes hacerlo. No te hablo físicamente, sino mentalmente.

Ahora, vamos al grano y a las preguntas, que ya sabes que me encanta ponerte a currar:

  • 1/ ¿Realmente, lo que más admiras de esa persona lo quieres para ti? Visualízate, porque quizás se convierta en una capa de maquillaje a la que no estás acostumbrada y no te veas en ese rol o sea impostado una vez que lo consigas.

4 preguntas para cambiar la envidia por admiración

  • 2/ ¿Te sentirías igual y seguirías teniendo la misma relación con el entorno y las personas que tú has elegido si lo tuvieras?

4 preguntas para cambiar la envidia por admiración

  • 3/ ¿No será que la envidia es porque todo el mundo la admira 
y crees que a ti no?

4 preguntas para cambiar la envidia por admiración

  • 4/ ¿Es natural y así de forma constante, o esa persona sólo actúa de esta forma delante de ti o de tu círculo…? (ohhh, que yo me conozco a más de uno y de una que son pavillos reales delante de ti porque saben que pueden y tú a lo mejor no has pensado este punto :)).

4 preguntas para cambiar la envidia por admiración

(Vaya tela cómo lo vamos a pasar respondiendo a estas preguntas…)

Todas las personas, absolutamente todas, tenemos carencias y dudas. Para trabajarlas, no busques los fallos de aquella a quien admiras, sino tus fortalezas; aquellas que te han hecho libre para elegir tu vida o, si aún no lo has hecho, para comenzar a hacerlo.

¡Ah! y no preguntes a los demás sobre esa persona de manera guiada, jeje, porque en definitiva lo único que estás buscando es que te hablen mal de ella y esto no te ayudará en nada.

Tú eres quien importa y quien ha de brillar. Date prisa y encuentra todos los motivos para entregarlos al mundo, porque recuerda que la visibilidad sin valores te convierte en personaje, no en persona.

Además, yo te estoy esperando :).

 

 

www.yolandasaenzdetejada.com

 

 

 

 

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